Santa Águeda fue una mártir siciliana del siglo III, símbolo de la superioridad moral del cristianismo por negarse a mantener relaciones sexuales. Por la tortura a la que fue sometida se le atribuye una faceta sanadora.

Aunque su fiesta se celebra el 5 de febrero, en muchos pueblos y villas del País Vasco como Bilbao, es costumbre recorrer las calles la víspera cantando en euskera las coplas de Santa Águeda. Los coros forman un círculo en cuyo centro se ubica el portador de una larga vara con un farol encendido. Mientras que el resto del grupo marca el compás con la makila o bastón. Los donativos que se recogen se destinan a causas benéficas.

Se trata de una fiesta en la que no solo participan coros locales. Con el fin de mantener viva esta tradición en las ciudades, algunos grupos llegan incluso de diferentes puntos de Bizkaia, como el famoso coro de Arratia. También los bomberos de Bilbao cantan cada año a Santa Águeda por distintos puntos de la Villa.

 


Ale Ibarra Aguirregabiria