Felipe Alonso de Celada las Carreras

[ Balmaseda (Bizkaia), 01.05.1857 - ]
Alcalde de Bilbao 01.07.1897 / 30.06.1899

El día 1 de mayo de 1857 nacía en Balmaseda Felipe Santiago Francisco María Alonso de Celada. Con este nombre era bautizado en la iglesia de San Severino el hijo de Bartolomé Alonso de Celada Cetrillo, natural de Puente Arenas (Burgos), y de Isabel Las Carreras Llano, original de Beci (concejo de Sopuerta), vecinos ambos de la mencionada villa encartada.

El nombre de este abogado de profesión se asocia asimismo a la configuración del entramado financiero bilbaíno a comienzos del siglo XX. Felipe Alonso de Celada fue miembro de los Consejos de Administración del Banco Naviero Minero (1901) y del Banco Vascongado (1902), entidad bancaria esta última nacida de la fusión de aquel primero con la sección de banca de la Compañía de Seguros Aurora (1900) y que, en breve, fue absorbida por el Banco de Vizcaya. Abogado, financiero, político y hombre también implicado también en el quehacer cultural de la época. Felipe Alonso de Celada fue colaborador de la revista Euskal-Erria. Fue Felipe Alonso de Celada socio de El Sitio, foro de reunión de los liberales bilbaínos.

El 1 de julio de 1897 Felipe Alonso de Celada accedía a la presidencia de la alcaldía bilbaína en sustitución de Joaquín Moreno. Si de algo pudo hacer gala Felipe Alonso de Celada al finalizar su gestión al frente de la Alcaldía fue de la profunda mejora de las infraestructuras urbanas acometida en la capital vizcaína. Fueron motivo del despliegue de una actividad incesante: el acondicionamiento y la ampliación del servicio de gas y de la conducción de agua, los avances en la electrificación del alumbrado público y doméstico, la extensión de la red de descarga y transporte de mineral de bocamina a la ría, la reforma de los muelles del puerto interior y el apoyo a las obras de construcción del Puerto exterior, así como la consolidación de la infraestructura de transportes y comunicaciones. Respecto a este último aspecto, puentes, caminos y líneas posibilitaron una mayor unidad entre los dos asentamientos de población que la ría separaba y facilitaron la conexión entre la capital bilbaína con un hinterland que se extendía hasta el Abra, así como con otros puntos de la provincia (construcción del puente de la isla de San Cristóbal a La Peña y de aquella al paseo de Los Caños; ampliación del puente del Arenal y del de Cantalojas; línea tranviaria urbana que empalmaba con el Bilbao-Santurce; tranvía de vapor Bilbao-Durango; mejora de los caminos a Olabeaga, Zorrotza y Basurto, etc.).

Ahora bien, los grandes retos del Ayuntamiento fueron el abastecimiento de agua potable y la red de saneamiento de la villa. El abastecimiento fue un reto insalvable que quedó sin resolver, pese a los esfuerzos invertidos en la búsqueda de nuevos recursos y en obtener una ley que autorizase el aprovechamiento de aguas del Gorbea, ley que no llegó en aquellas fechas. En cuanto a las obras para la construcción de la red de saneamiento, según proyecto de R. Uhagón, habían comenzado en 1895, estableciéndose un plazo de cuatro años para su conclusión, pero hubo de concederse una prórroga para su materialización definitiva. El Ayuntamiento presidido por Felipe Alonso de Celada vivió la consumación de este primer proyecto moderno de saneamiento del Bilbao industrial. Y, al tiempo que el mismo tomaba cuerpo, fueron adoptándose medidas parciales que contribuyeron a mermar las graves consecuencias de la contaminación del agua, como fueron: el cierre de fuentes públicas de agua de río (12.8.1898); la vigilancia de agentes contra posibles vertidos aguas arriba de la isla de San Cristóbal.

En materia educativa, el gran logro lo constituyó la creación de la Escuela de Ingenieros Industriales. Respecto a la beneficencia, constituía una “asignatura pendiente” para la corporación municipal la edificación de la nueva Casa Galera, destinada a albergar a la población sin recursos y a los dementes. De modo que, una vez decretada su ruina, la construcción de un nuevo recinto fue planteada como actuación pública de orden prioritario, consumándose su apertura en 1899.

El arquitecto municipal Enrique Epalza fue el encargado de levantar el nuevo hospital de Basurto, de clara inspiración británica. Desde el inicio de sus obras en 1898 hasta su inauguración en 1908, fueron habilitadas en Solokoetxe diversas instalaciones sanitarias, sumándose también a la prestación de atenciones médicas la Casa Socorro y el laboratorio, ubicado en San Vicente (1899). El nuevo cementerio de Vista Alegre (1901) fue construido también de la mano de Enrique Epalza, que optó por un estilo romántico basado en modelos neomedievales. A ello sumar, la edificación de la Alhóndiga en los terrenos de La Alberca, además de una serie de depósitos y locales de almacenaje, la compra del Mercado del Ensanche y la ampliación del Matadero.

El 1 de julio de 1901 cesó en su cargo como alcalde y fue nombrado Baldomero Villasante.

Susana Serrano Abad

Bibliografía

    SERRANO, S. “Felipe Alonso de Celada” en Bilbao desde sus alcaldes. Diccionario Biográfico de los alcaldes de Bilbao y gestión municipal, en tiempos de revolución liberal e industrial. Vol I. Bilbao, Ayuntamiento de Bilbao, 2002, pp. 619-633.

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