Inaugurado en 1925, el Teatro Buenos Aires fue construido, en la calle homónima de la Villa, según proyecto del arquitecto Manuel Ignacio Galíndez, quien había recorrido por encargo de la empresa promotora Trueba S.A. de Espectáculos diversas ciudades europeas con el fin de estudiar las características e innovaciones técnicas y constructivas de los teatros de la época. Este interés por conocer los tipos de edificación teatral y los estilos arquitectónicos europeos no resulta casual en el caso de Galíndez, autor de los proyectos de buen número de edificios singulares construidos durante una década en Bilbao, como La Equitativa (1934), el rascacielos Bailén (1940) o la Naviera Aznar (1946).

El Teatro Buenos Aires contaba con un aforo de más de dos mil localidades y una programación variada en la que tenían cabida además de los espectáculos teatrales, las actuaciones coreográficas, musicales y proyecciones cinematográficas, para lo que dispuso, en 1929, de un moderno sistema de proyección, llegando a ser una de las primeras salas en las que se programó el pase de películas sonoras. Durante la época muda, las proyecciones habían sido acompañadas al piano por el maestro Timoteo de Urrengoechea, quien iniciándose en este tipo de acompañamiento cinematográfico en el Cine Fantasio de Baracaldo, luego pasó al Teatro Gayarre, antes de recalar en el Buenos Aires. El Teatro fue sede de la Orquesta Sinfónica de Bilbao y en sus locales se realizó, en 1930, la primera retransmisión radiofónica en directo, con motivo de la final de la Copa de fútbol que se celebró en Barcelona entre el Athletic y el Real Madrid.

El Teatro Buenos Aires fue pionero en implantar un sistema de abonos para las proyecciones cinematográficas en sesión nocturna

Tras su cierre, en 1989, el edificio fue posteriormente derribado pasando a ocupar el solar la Audiencia Provincial de Bizkaia, en Bilbao.

Eneko Lorente