Dibujante y pintor nacido en el Casco Viejo de Bilbao el 28 de septiembre de 1880, es bautizado en la parroquia de Santiago. Se introduce en el mundo del dibujo con trabajos en la prensa nacionalista como la revista Bizkaitarra. En 1913 comienza sus colaboraciones gráficas en el periódico Euzkadi, primero con el seudónimo de Mirri y después con el de Kili Kili.

Dotado de un sentido del humor bastante acido, refleja en sus viñetas aspectos que abarcan desde la política vasca hasta los acontecimientos de la vida local bilbaína. Con los años se convierte en el principal humorista gráfico del periódico. Coincide su mayor producción en esta época con los momentos de auge del nacionalismo (1916-1919).

Tras la imposición de la dictadura del general Primo de Rivera en 1923, queda proscrito todo viso de humor político en los medios de comunicación. Pese a ello, sigue trabajando para Euzkadi en la popular sección "El palique de Pachico" del escritor costumbrista Nicolás Viar.

A la llegada de la II República, renace la sección de humor en la prensa vasca. De nuevo vuelve a defender Kili Kili la línea editorial del periódico nacionalista. Apoya la lucha por el Estatuto, el fomento del euskera, la defensa del Concierto Económico o la solidaridad vasco-catalana. 

Al margen de su trabajo en la prensa, se dedica con intensidad a la pintura en donde suele firmar sus trabajos con el acrónimo Joalde. Los trabajos al óleo se inscriben en la línea costumbrista y tradicional de la pintura vasca. El mundo de los arrantzales, baserritarras y las fiestas tradicionales, son los temas que más abundan en su producción. 

Con su pintura al pastel y bajo la influencia del pintor Manuel Losada, recrea el Bilbao nostálgico y añorado del siglo XIX. Pinta los lugares más característicos del Casco Viejo como El Arenal, la plazuela de Santiago, el mercado de la plaza vieja o la iglesia de San Antón y su puente. Recrea hechos históricos como las fiestas del Consulado o plasma la vida religiosa en temas como la semana santa o las fiestas del Corpus Christi. También incorpora los personajes más populares de la época como Jodra, D. Paquito el Saludo, Lorito, Cabesita de Ajo o el Gordo de los Rosarios, entre otros.

Acabada la guerra civil y sin la posibilidad de trabajar en una prensa proscrita por la dictadura, se ve obligado a realizar diversas exposiciones en Bilbao, Donostia o Rosario (Argentina). La crítica destaca la calidad del dibujo en sus trabajos.

Muere al final de la década de los años 50.

 

José Ignacio Salazar