Ascensor diseñado por Emiliano Amann que comunica el Casco Viejo con Solokoetxe, ubicado en el calle Iturribide, 10.

Solokoetxe es un barrio en gran altura próximo al Casco Viejo, que originariamente estaba sin urbanizar y carecía de accesos adecuados, a pesar de que se estaba convirtiendo en una de las zonas de expansión de la ciudad.  Allí se ubicaban la Escuela de Formación de Maestras, un centro hospitalario, la desaparecida cárcel de Larrinaga, y viviendas, entre ellas los grupos de viviendas municipales de Solokoetxe I de Ricardo Bastida erigido entre 1918 y 1919, y de Solokoetxe II de Emiliano Amann erigido entre 1932 y 1933. 

Amann intentó solucionar el problema de accesos de Solokoetxe cuando se estaba terminando la construcción del grupo municipal. El arquitecto diseñó el ascensor en enero de 1933 junto con la casa de vecindad de la calle Iturribide 10, sirviéndose del diseño que previamente, en abril de 1932, había realizado el arquitecto Luis de Arana. Para junio de 1934, la casa de vecindad ya estaba terminada, y el 22 de junio de 1935 se inauguró el ascensor.

Al ascensor, muy alterado en la actualidad, se accedía desde una entrada independiente en la planta baja del edificio de viviendas. La torre del ascensor contaba con dos cabinas para ocho pasajeros cada una. Tenía una altura de treinta metros, estaba exenta del edificio y se alzaba hasta alcanzar la cota más baja de Solokoetxe. La unión de la torre con la zona se realizaba a través de una pasarela de hormigón que a medio camino contaba con una garita de acceso. 

El propietario de la finca, que era el director de la cárcel de Larrínaga Luis Aranguren Gallastegui primero, y su yerno Alejandro García Álvaro después, arrendaron la lonja de acceso al ascensor a la compañía que se creó para su explotación: la Sociedad del Ascensor de Solocoeche S.A., de la que el propio Emiliano Amann fue gestor. En la actualidad el ascensor sigue en funcionamiento de la mano de la Compañía Ascensores de Solocoeche S.A.

 


Francisco Javier Muñoz Fernández