El declive industrial se refiere al proceso que sufrió Bilbao y su área de influencia metropolitana en ambos márgenes de la ría a partir de los años setenta del s. XX, cuando el modelo económico y social vigente durante aproximadamente un siglo llegó a su límite. No fue un fenómeno local sino generalizado al País Vasco y ciudades basadas en el desarrollo industrial.

Durante aproximadamente cien años, desde finales del s. XIX hasta los años setenta del s. XX el País Vasco en general y Bizkaia en particular, de manera especial en Bilbao y su ámbito metropolitano, vivió un proceso de industrialización que tuvo una gran importancia desde el punto de vista social y también urbano. La explotación de los yacimientos mineros existentes a lo largo de los municipios de la margen izquierda y la Ría como canal de transporte del mineral para su exportación a través del mar, fue generando una potente industria que atrajo a numerosa población de diversa procedencia. Ese proceso coincidió en el tiempo con el Proyecto del Ensanche de Bilbao de 1876 y su desarrollo, desde esa fecha y durante el s. XX.

Mineros, banqueros y navieros fueron los principales protagonistas de una nueva burguesía que contribuyó, con la promoción de edificios representativos ubicados la mayoría de ellos en la Gran Vía y sus aledaños, a la nueva imagen de la ciudad.

Los numerosos astilleros instalados desde épocas históricas en los bordes de la ría, destacando en el s. XX los Astilleros Euskalduna en Bilbao, por una parte; y las industrias relacionadas con la transformación del hierro como la siderometalúrgica, que alcanzó su máximo desarrollo en los Altos Hornos de Vizcaya en Barakaldo y Sestao, fueron los principales focos de la industrialización de Bizkaia. De manera especial el ámbito geográfico denominado Gran Bilbao o Bilbao Metropolitano, con todos los municipios adyacentes al recorrido de la ría desde Atxuri hasta el Abra, gozaron de ese esplendor industrial, que llevó consigo importantes transformaciones urbanas y sociales.

Ese modelo mantuvo su vigencia hasta finales de los años setenta del s. XX, llegando entonces al límite de su desarrollo. A partir de ese momento fue llegando un evidente declive industrial, no solo centrado en Bilbao y Bizkaia sino generalizado en ámbitos más amplios. Coincidió con la llegada de la democracia, las nuevas instituciones vascas y autonómicas, y las transferencias administrativas. Como momento de inflexión de ese proceso cabe citar las inundaciones de 1983.

Las nuevas circunstancias tuvieron gran repercusión social, con las consecuencias del desmantelamiento industrial y la pérdida de puestos de trabajo. Fue necesario realizar un análisis profundo para establecer el oportuno diagnóstico, buscando las oportunas soluciones que llevasen a la conveniente planificación. Precisamente en los años ochenta del s. XX se acometieron importantes proyectos para marcar las directrices de una nueva ciudad de servicios. Proyectos como el Plan Integral de Saneamiento de la ría, el transporte público de pasajeros del Metro Bilbao, el Plan General de Ordenación Urbana de Bilbao y el Plan Estratégico de Revitalización del Bilbao Metropolitano, entre otros. Con su puesta en marcha se van dando los pasos para superar el declive industrial, en un proceso coordinado de regeneración y transformación urbana, de gran proyección internacional.

Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre