La Construcción y las Artes Decorativas. Revista quincenal técnico-informativa de Arquitectura, Ingeniería y Artes industriales se editó en Bilbao entre el 15 de julio de 1922, y el 29 de febrero de 1924. Estuvo dirigida por el escritor Damián Roda, y el arquitecto Pedro Guimón como director técnico. El principal contenido del bisemanario fue la arquitectura local, por lo que fue la primera publicación profesional sorbe arquitectura de la capital vizcaína y también del País Vasco. 

Los cuarenta números que se publicaron de la revista siguieron una estructura similar, y se acompañaron de numerosas fotografías. Cada número estaba precedido de varias páginas de publicidad. A continuación el número se iniciaba con una monografía dedicada a un arquitecto bilbaíno, un edificio singular de un arquitecto ya tratado o un tema de actualidad. Desde la revista se hicieron referencias a la concepción de la arquitectura, a las técnicas constructivas, a la situación de crisis del sector, a la situación de la vivienda, a las comunicaciones y a los servicios de la cuenca del Nervión. Finalmente, un artículo de carácter técnico sobre ingeniería cerraba cada número de la revista.

Desde las páginas del boletín se defendió el uso ecléctico de la arquitectura, que tenía que adaptar y reinterpretar las formas de diferentes procedencias a las necesidades de la vida moderna. Uno de los arquitectos más destacados en las páginas del bisemanario fue Leonardo Rucabado, por haber conseguido definir un estilo nacional y propiciar el resurgimiento de la arquitectura inspirándose en las formas tradicionales.  

El magacín también apuntó el uso generalizado que se estaba haciendo del hormigón armado en la construcción que había favorecido la eliminación de elementos decorativos. El arquitecto Federico de Ugalde fue uno de los primeros profesionales en emplearlo, y en su uso se especializaron diferentes casas bilbaínas, que también trabajaron en Madrid.

El boletín se refirió asimismo a la crisis en la construcción que se inició a partir de 1922 como consecuencia del aumento en el precio de los materiales y los salarios. Esta situación agravó el grave problema de la vivienda que fue uno de los principales temas de la revista.

Desde La Construcción y las Artes Decorativas se censuró la situación de la vivienda y las iniciativas de Leyes de Casas Baratas (1911 y 1921) promulgadas por el Estado para afrontar la falta de alojamientos. Desde las páginas del boletín se propuso gestionar la falta de viviendas en un nuevo marco espacial que trascendiera los límites de la capital vizcaína, con el fin de abaratar el precio del suelo. Para ello se veía necesario anexionar los municipios cercanos de Deusto y Begoña a la capital vizcaína. También se estimaba conveniente comunicar Bilbao y su área de influencia mediante diferentes puentes, y un sistema viario y ferroviario más efectivo. Para el arquitecto Ricardo Bastida era preciso concebir la ciudad y sus problemas dentro de un espacio metropolitano para intentar resolver sus deficiencias de una manera más eficiente, y también abogaba por su zonificación en zonas industriales, comerciales, residenciales y de esparcimiento.   

Los temas sobre ingeniería que trató la revista estuvieron relacionados con la arquitectura y el urbanismo y se refirieron al saneamiento, la limpieza, el abastecimiento de agua, de gas y de electricidad, y al uso de nuevos materiales para la construcción. 

Finalmente tras casi dos años de trabajo,  el número cuarenta de 29 de febrero de 1924 anunciaba la desaparición de la revista y señalaba que el próximo número se llamaría Propiedad y Construcción, con una nueva dirección a cargo de la Cámara Oficial de la Propiedad Urbana de Bilbao, ajena a la arquitectura, y un público más amplio.

Francisco Javier Muñoz