La sociedad “El Sitio” fue fundada oficialmente el 1 de octubre de 1875 bajo el recuerdo de los cercos a los que fue sometida la capital vizcaína en 1836 y 1874, y que le valió a la Villa el título de Invicta. Su origen proviene de las reuniones que un grupo de voluntarios auxiliares empezaron a realizar ya durante el sitio que sufrió Bilbao entre 1873 y 1874. Al parecer, uno de ellos, el republicano Aureliano Jaufret Olalde, uno de nuestros personajes biografiados, bautizó a aquella tertulia entre colegas con el nombre de “El Sitio”.

Debemos remarcar aquí la importancia que tuvo para los liberales bilbaínos, en el más amplio sentido del término, el recuerdo del sitio y del papel que tuvieron en él los voluntarios enrolados tanto en el Batallón de Voluntarios de la República como en el Batallón de Auxiliares. Las repercusiones para la mentalidad bilbaína de la época fueron por una parte la existencia de un “liberalismo universal” que hermanaba de un lado a los vencedores de la guerra frente a los carlistas, que se vieron excluidos de la vida pública, y por otra, la manifestación de un “anticlericalismo acentuado” como consecuencia de identificar al carlismo con la iglesia.

Las funciones que realizaba “El Sitio” las hemos clasificado en cuatro apartados: recreativas, culturales, sociales, y políticas. Es importante señalar que las actividades que desarrolló la sociedad estaban únicamente destinadas para los socios que satisficiesen sus cuotas, sin permitir que individuos ajenos a “El Sitio” acudiesen a ninguna de ellas, lo que remarca su carácter específicamente burgués y no interclasista.

Entre las actividades recreativas que se realizaban destacamos el billar, el ajedrez, los bailes, los conciertos, o la celebración de los carnavales. Las actividades culturales que se desarrollaban eran las conferencias, los recitales, las lecturas de libros, o la existencia misma de una biblioteca de libre uso para los socios. La sociedad llevó a cabo, por otra parte, numerosas iniciativas sociales, como por ejemplo suscripciones para aliviar la situación de las clases desfavorecidas tras una catástrofe o sufragar colonias escolares de verano.

Pero las más destacadas fueron, sin embargo, las actividades de tinte político, la celebración el 25 de diciembre y la fiesta del dos de mayo que conmemoraba el levantamiento de los sitios carlistas era todo un acontecimiento en Bilbao que levantaba ampollas en los carlistas, puesto que éstos los consideraban toda una afrenta escudándose en una política de olvido del pasado, mientras que los liberales de todas clases de la Villa festejaban esos días como los más grandes de la Historia bilbaína, con la habitual procesión al cementerio de Mallona y la ofrenda de flores en el Monumento a los Héroes de la Libertad, el tradicional banquete, y bailes nocturnos. Además de esos días, se celebraba el día 3 de mayo de cada año el “Día del auxiliar”, en recuerdo de todos aquellos voluntarios que defendieron Bilbao en ambos sitios carlistas.

La Sociedad “El Sitio” ofreció a los republicanos un espacio de sociabilidad complementario a los centros de reunión específicamente republicanos. “El Sitio”, que entre 1875 y 1890 funcionó como centro de reunión oficioso de los republicanos, fue el lugar de encuentro de todos los liberales de la Villa sin distinción de matices, si bien a partir del cambio de siglo los republicanos comenzaron a tener una influencia creciente en el mismo que les llevará a dominar la sociedad, llegando hasta el punto de que en la II República provocar la baja de los socios de ideología más conservadora.




Jon Penche