Partido político republicano seguidor de las tesis de Emilio Castelar, fundado en Bilbao en 1881.

El Partido Posibilista o Republicano Histórico se constituyó en torno al político gaditano Emilio Castelar, el último de los presidentes que tuvo la I República. Sus principios eran la democracia, el liberalismo, la República, la vía legal para conseguir los objetivos políticos, el orden y un cierto nacionalismo español. Abominaba en todo momento del federalismo, al que culpaba de la caída de la primera experiencia republicana.

La aparición del posibilismo en Bilbao vino de la mano de Eusebio García Lejarraga, alcalde de Bilbao entre mayo y agosto de 1873. García fundó en julio de 1881 el diario El Porvenir Vascongado, a lo que siguió la convocatoria de una junta en la que se nombró el primer comité posibilista de Vizcaya.

Los posibilistas vizcaínos proclamaban la defensa de sus ideas en el terreno de la legalidad, huyendo de todo procedimiento violento, pedían la autonomía de Vizcaya dentro de un Estado español descentralizado, concedían al municipio toda la libertad posible para su desenvolvimiento, se definían como defensores del orden y la libertad, deseaban extirpar toda corruptela en la administración, fomentar la enseñanza y la beneficencia y establecer un sistema directo de contribución. En relación con la cuestión foral, identificaban el régimen foral con una cierta autonomía, pero despojándolo de privilegios respecto a otras provincias.

Los posibilistas fueron el segundo grupo republicano en importancia en el ayuntamiento de Bilbao en la década de los 80 del siglo XIX, presentándose en conjunción con la Unión Democrática a las elecciones a partir de 1885.

El partido decayó una vez que Castelar se integra en el sistema restauracionista tras la proclamación del sufragio universal en 1890. Sobrevivió nominalmente en la Villa, pero su actividad fue muy escasa hasta 1895, momento a partir del cual los posibilistas se unieron a otros elementos republicanos de orden de la capital vizcaína.