El consumo en Bilbao de gaseosas y bebidas refrescantes estuvo asociado y corrió en paralelo a la creación y desarrollo de una sociedad industrial en el entorno vizcaíno de finales del s. XIX e inicios del XX, que alentó la creación de un incipiente mercado de productos considerados no ya de primera necesidad y vinculados al disfrute del ocio y del tiempo libre.  

Las primeras gaseosas con marca comercial conocidas en Bilbao fueron elaboradas por la “Cervecería Vascongada” que elaboraba limonada y champagne con la marca “Toro” a partir de 1898. Posteriormente, surgió la empresa "Gaseosa Bilbaina", creada en 1907 con la cooperación de un núcleo de propietarios de locales de hostelería, sucedida en 1912 por La Vizcaína”, estando asociada su producción a la industria cervecera. La fábrica estuvo situada en el barrio de Rekalde, en el lugar conocido como Iturrigorri, cerca de la fuente del mismo nombre de la que manaba un agua que destacaba por su color bermejo, debido a la gran concentración ferrosa del manantial. Sin embargo, no era del agua de esa fuente del que se surtía dicha empresa para la  elaboración de sus productos, ya que existían otros manantiales de agua potable en dicho paraje, que recibían agua de los arroyos Elekorta y Lejardi. Las gaseosas elaboradas con el agua de dicho manantial pronto llegaron a todos los hogares de Bilbao siendo conocidas comercialmente con el nombre de dicho paraje, Iturrigorri, rincón de la geografía del “botxo” que terminó bautizando a la gaseosa o limonada, como se denominaba comercialmente.

Las primeras botellas de limonada conocidas de “La Vizcaína” fueron de cristal liso y con una etiqueta de papel. En 1928 fue registrada la popular botella de cristal que con el tiempo la haría tan famosa, siendo posteriormente en 1949, cuando se patentó su modelo industrial. Era una botella de sección circular, formada por tres cuerpos abombados, el central más estrecho que los restantes y liso, y los dos extremos labrados en forma de cuadrados en relieve, con las esquinas cortadas diagonalmente, dando lugar a la formación de otros pequeños cuadrados refundidos; en el cuerpo superior, estos labrados van definiéndose progresivamente, hasta desaparecer por completo al llevar al cuello de la botella. El envase de gaseosa era de color verde claro, y el de otros refrescos verde oscuro. En 1930  “Iturri Gorri” se registró como marca para distinguir bebidas gaseosas de todas clases, tanto limonada como agua de seltz en sifones, patentando en 1942 un modelo de sifón para todo tipo de bebidas carbónicas. 

“La Vizcaína” fue una de las primeras empresas que implantó en España el tapón corona para el cierre de las botellas de cervezas y productos gaseosos, registrando en 1932 su popular logo en dichos tapones. El éxito del nuevo envase de la gaseosa y del cierre fue sorprendente, y a los tapones metálicos se les denominaría en Bilbao “iturris”; así el nombre de la marca acabó denominando al tapón. Además, los “iturris” dieron origen a un conocido juego de niños. Cuando “La  Vizcaína” en 1934 se fusionó con  “La Cervecera del Norte”, se siguió produciendo y distribuyendo dicha gaseosa, pero en los años posteriores se cedió la misma a otras empresas.

En 1955 “La  Vizcaína” registra la marca “La Jirafa” como marca de gaseosa y durante más de 20 años fue el referente de la gaseosa familiar en las mesas de los bilbaínos. Era una botella de cristal serigrafiada en blanco y rojo de 1 litro de capacidad, con cierre de tapón a presión de porcelana, alambre y una goma, cerrándolo al principio con un precinto de papel y en los últimos años cubierto con un capuchón de plástico. En esos mismos años se comercializó una gaseosa de otra empresa local, “La Salve”, pero con una distribución menor. 

Además de la limonada o gaseosa y de los sifones de agua de seltz, “La Vizcaína” elaboró otras bebidas refrescantes: el denominado Orange Iturri-Gorri, refresco de naranja; el Chocolate Iturri-Gorri, una gaseosa con sabor a chocolate; piña tropical; el Ginger-Ale, bebida refrescante, sin alcohol, de origen inglés fabricada con jengibre, limón, agua y azúcar. Pero además, ésta fábrica fue una de las primeras en iniciar la fabricación de la Coca-Cola en España, concretamente en 1928, teniendo la licencia de su fabricación y venta. En 1950 se inició, igualmente, la fabricación de la Pepsi-Cola en dichas instalaciones.

En 1958 se solicita el registro de un modelo industrial de botella para bebidas carbónicas. Dicho envase sería utilizado para comercializar dos marcas de bebidas carbónicas, una de sabor naranja y otra de sabor limón, con el nombre comercial de Okey, estando en el mercado durante los años 60.

A partir de los años 70 la diversificación de los gustos y los estilos de vida de los consumidores hicieron que fuera decayendo el consumo tanto de gaseosas como del agua de seltz. En esos años comenzó la comercialización nacional de numerosas marcas de bebidas gaseosas, ya no sólo del entorno de Bilbao, lo que hizo que el consumo de las locales perdiera peso frente al empuje de las grandes marcas, provocando su desaparición del mercado bilbaino.


Miguel Ángel Santos Crespo