La periferia se refiere a las zonas más alejadas del centro urbano de una ciudad, habitualmente menos poblada y con menor dotación de equipamientos y servicios públicos.

Al ir configurándose una ciudad a lo largo del tiempo se va definiendo un área urbana ocupada por edificaciones, calles y espacios libres. En esa evolución puede haber cambios y sucesivas ampliaciones de su ámbito territorial. Por diferentes motivos es habitual que se distinga un centro urbano donde se ubican los edificios principales y más representativos de la actividad ciudadana y otras zonas más o menos distantes, en su periferia.

La evolución urbana de Bilbao desde la fundación de la ciudad en 1300, con las siete calles y el puerto interior de Atxuri, ha ido extendiendo su territorio en el área de influencia de la Ría. El Ensanche ocupa la vega de Abando durante el s. XX y la última transformación tiene especial relevancia en Abandoibarra y zonas puntuales como Ametzola, Miribilla, Bilbao la Vieja y Basurto-Zorrotza, entre otras.

La propia orografía del territorio incluye montes circundantes y sus laderas también ocupadas por población más o menos dispersa. Áreas que configuran precisamente la periferia de la ciudad (monte Artxanda, monte Pagasarri, Santo Domingo, monte Kobeta, Masustegi-monte Caramelo, Castrejana, Artigas, San Roke, Iturrigorri-Peñascal, Uretamendi, monte Avril, Otxarkoaga,  Buia, Seberetxe).

Teniendo en cuenta que las nuevas dotaciones de servicios, y de manera especial las infraestructuras como el transporte público, van consiguiendo en muchas ocasiones que la periferia se aproxime al centro.


Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre