Celestino Ortíz de la Riva Allendesalazar

[ Bilbao, 25.04.1844 - Bilbao, 07.10.1897 ]
Alcalde de Bilbao 01.07.1887 / 31.12.1889

Celestino Ortíz de la Riva nació en Bilbao el 25 de abril de 1844. Sus padres fueron José María Ortíz de la Riva y Bernardina Allendesalazar. Miembro de una familia de propietarios con posesiones radicadas en San Francisco (Abando), encabezaron los Ortíz de la Riva el proceso de urbanización de este enclave en torno a la década de los ochenta del siglo XIX. Su influencia en el Bilbao de la época se dejó sentir asimismo en la esfera político-administrativa, participando en el gobierno de la provincia y en la gestión municipal de la capital vizcaína.

José María Ortíz de la Riva fue Regidor de la Diputación en los bienios de 1864 a 1866 y de 1872 a 1874. En el Ayuntamiento de Bilbao, Celestino Ortíz de la Riva ejerció el cargo de Teniente de Alcalde de 1885 a 1887, presidiendo la Alcaldía de 1887 a 1889. Tomaron el testigo sus hijos José María Ortíz de la Riva, Teniente de Alcalde de Bilbao en 1924, y Julián Ortíz de la Riva, Regidor en 1930-1931.

Celestino Ortíz de la Riva falleció en Bilbao el 7 de octubre de 1897 a causa de una tisis pulmonar.

Había tomado posesión de su cargo el 1 de julio de 1887, tras su nombramiento por Real Orden y el cese “por ministerio de ley” del Alcalde Vicente Urigüen. Corporaciones anteriores ya habían tomado conciencia de la gravedad del problema de la falta de centros hospitalarios. Fue en estos años finales de los ochenta cuando se constataron intentos más serios al respecto, sumándose en el compromiso las distintas fuerzas locales. Así pues, el 14 de julio de 1887, la Junta de Caridad del hospital hacía un llamamiento a los propietarios de terrenos en Bilbao para construir un nuevo establecimiento sanitario.

El cementerio presentaba una problemática similar de escasez de espacio y desfavorables condiciones higiénicas. Tras un estudio realizado por el ayuntamiento se declaró el cementerio de Mallona de grave riesgo para la salud. Por R.O. de 17 de febrero de 1886, se estimaba la construcción de uno nuevo, debiéndose proceder a la búsqueda de terrenos.

Otras actuaciones en materia de equipamientos fueron: la finalización de las obras de la nueva Escuela de Albia y de la alhóndiga municipal adjunta (Barroeta Aldamar); la petición, elevada ante el Gobierno junto con la Diputación, de convertir la Escuela Elemental de Bilbao en Escuela Superior de Comercio y de ampliar la Escuela de Artes y Oficios, así como la construcción de dos pabellones para mercado en Albia. En el capítulo de infraestructuras, fue aprobado definitivamente el proyecto de instalación de alumbrado eléctrico en calles, paseos y plazas de la villa. Prosiguieron las ampliaciones del tranvía urbano, que diversificó sus viales en dos puntos, Ripa y aledaños (calle Príncipe y Sierra -actual Buenos Aires-), y el eje Atxuri-Ibeni-Miraflores. Pudo ver Bilbao la conclusión de las obras de los muelles que, desde el Arenal se extendían hasta Santa María, practicándose también el afirmado de los muelles de Marzana y La Naja. Pero, más decisivas aún fueron las obras del Puerto exterior del Abra, que apoyó de forma activa el Ayuntamiento.

El Ensanche prosiguió su marcha, dirigiéndose las iniciativas a la apertura de calles próximas al eje de la Gran Vía (Colón de Larreátegui, Elcano, Astarloa, Gardoqui) y a la formación de espacios libres (plaza Elíptica y de Uribitarte) y ajardinados (Arenal, Campo Volantín y Sendeja) que, en general, se vieron mejorados gracias también a la reforma de la plaza Nueva y del teatro.

El 1 de enero de 1890 tomaba posesión la corporación entrante, que sería presidida por José María Lizana de la Hormaza.

Susana Serrano Abad

Bibliografía

    SERRANO ABAD, S. “Celestino Ortíz de la Riva Allendesalazar” en Bilbao desde sus alcaldes. Diccionario Biográfico de los alcaldes de Bilbao y gestión municipal, en tiempos de revolución liberal e industrial. Vol I. Bilbao, Ayuntamiento de Bilbao, 2002, pp. 539-548.

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