El Hotel Carlton es una edificación destinada a uso de servicios, con su fachada principal hacia la Plaza Elíptica (Federico Moyúa), limitada a su vez por las calles Elcano, Rodríguez Arias y Alameda Rekalde. Forma parte de una manzana completa con su zona posterior dedicada a uso de oficinas. Fue proyectado en 1919 por el arquitecto Manuel María de Smith concluyéndose las obras en 1926. 

Se trataba de dotar a Bilbao de “un edificio de categoría”. Aunque ha tenido posteriores reformas del propio Smith en 1930 y 1945, ha mantenido en todo momento y hasta la actualidad sus usos originales de hotel y oficinas. Está distribuido en sótano, semisótano, planta baja, cinco plantas y la sexta retranqueada tipo mansarda.

Las fachadas están definidas por varios cuerpos diferenciados horizontalmente, con un amplio zócalo, un cuerpo intermedio, y el superior. Sobre el volumen compacto de la construcción avanza un porche de acceso, rematado por una terraza superior (solución compositiva también utilizada en el Palacio de la Diputación). En su interior destaca el hall ovalado con su vidriera y luz cenital, espacio destinado a usos múltiples como exposiciones y reuniones sociales.

A finales del siglo XIX se produjo una proliferación de hoteles en Bilbao, a partir de las antiguas fondas. Esa circunstancia originó una tendencia arquitectónica inspirada en modelos franceses, en la que se incluye entre otros el Hotel Carlton en Bilbao, y el Ritz y el Palace en Madrid.

Se proyectó con todos los múltiples servicios de un hotel moderno: hall ovalado, salón de actos y gran pasillo de distribución comunicando las habitaciones de las tres fachadas (Plaza Elíptica,  calle Elcano y Alameda Recalde).

Tiene influencia de la arquitectura francesa, pudiendo aludirse a la tendencia Beaux Arts, estilo que también utilizó Manuel María de Smith colaborando con Frederik Lindus Forge en las Oficinas Sota-Aznar.

 


Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre